Sufro de un caso grave de baja autoestima. Me han diagnosticado como un sujeto frágil, incapaz para las actividades deportivas. Padezco de enfermedades terribles, mínimas pero diabólicas. Estoy destinado a envejecer como las pasas. Olvido, olvido cosas pequeñas pero importantes. Por eso he decidido tomarme en serio todas las festividades oficiales. Amo a papá noel, al maestro, a la bandera, al escudo, a halloween, al año viejo, al trabajador, a la madre, al padre, al niño, a m.l.k., si le pusieran un día a Jefferson Pérez, a él también me vería obligado a apreciar. Esto me permite llenar mi calendario. Simplemente llenarlo. Ahora que paso por páginas llenas de planes para celebrar cosas que sé que a la mayoría de gente no le importan en realidad, me siento más yo. Los feriados me personifican, me hacen sentir joven. A veces, me emborracho. Estoy planeando mi propia lista de celebraciones que propondré a la Asamblea Nacional para que sean feriados oficiales. Los propondré también a...