una araña está por caer el la cabeza de un negro grandote tucazo que toma un coctél junto a su amigo, que también es negro, grande y tucazo. el bar está ocupado por un grupo de estudiantes del instituto. ninguna de las muchachas es atractiva, ninguno de los muchachos tampoco. hay un tipo, seguramente profe, ese tipo de tipo que está empujando la edad hasta parecer joven pero cuya carne gotea de lo apretado que está su escote. la cerveza sabe demasiado a limón. a esta hora no debería estar aquí, pero estoy, apuntando a cualquiera de estos burgueses. espera, los negros no son burgueses. tampoco el profe envejecido. los únicos burgueses son los guambras del instituto y ninguno es especialmente interesante. todos parecen saliditos de la clase trabajadora. clase media de segunda o tercera generación. nada interesante. me largo. tengo que lavar platos en el restaurante hasta la madrugada.
carlos cóndor
05/01/12
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